miércoles, 20 de enero de 2010

¿Miedo?

Últimamente mi vida ha tomado una estabilidad, una forma tan definida (y tan hermosa), que me cuesta escribir sobre estímulos concretos, pues mis letritas y yo nos despertamos cada vez que, entre la superfície lisa, vemos sobresalir la punta de un clavo que obstruye el camino y que altera el tacto. Lo investigamos, lo intentamos comprender... y luego le contamos al mundo que existe tal clavo.

Pero, ¿sabéis que pasa? Que últimamente esa superfície lisa no sólo no tiene imperfecciones, sino que patina, me prácticamente obliga a deslizarme sobre ella a toda velocidad. Es casi perturbador cuando sientes que tu única obligación es dejar que las cosas fluyan y sigan su curso natural. Lo de perturbador viene, básicamente, porque te sientes un poco inútil. Piensas "Jo, ¿no hay nada que arreglar?"

No, Nana. Ya está todo. Ya has terminado, ahora siéntate, relájate... y disfruta un poquito. Es entonces, en el momento en que te sientas sonriente a descansar... cuando surge algo nuevo, el "estímulo" de mis letritas: El miedo.

Los que bien me conocen saben que yo no temía a nada en la vida. Cuando digo nada... quiero decir na-da. Ni a la muerte, ni a la soledad, ni a la excesiva compañía (que es destructora dinamita para alguien que ama crear)... ni a nada. Me marchaba sola a la otra punta del mundo con menos años de los que podía contar con todos los dedos de mis manos y mis pies, y no miraba atrás. Ahora, tres años después, marcharme de nuevo me causa un poco de congoja: Sí, es el miedo.

Miedo a perder lo que una ha construido, el castillo con torres y puentes levadizos que no sólo ha alzado piedra por piedra, sino que encima ha defendido de malhechores y malvados dragones. "Nana... ¿y si te marchas y alguien destuye tu castillito?" Y no hablo de este blog ni de mí misma como individuo, no... hablo de mi vida diaria, de lo que pasa frente a mis ojos desde que los abro hasta que los cierro: Ese es mi Imperio. Es humilde, no tiene mucha población ni grandes extensiones de tierra, pero lo adoro con toda mi alma.

Hay una diferencia crucial entre el momento en que me marché al Sol Naciente y el de ahora: Cuando me fui hace ya casi tres años, deseaba desconectar del universo en el que vivía más que nada en el mundo. Quería dejar de ver cada día el mismo sitio que de alguna manera aborrecía, y deseaba conocer ambientes nuevos que me trajesen todo aquello que sabía que debía conocer. Ahora, en cambio... se trata de un cambio tajante e incisivo (que no indeseado, pues prevalece el ansia de aprender) en una rutina que quiero conservar. Ahora, querido diario... me costará un poco no mirar atrás.

Y entonces pienso... ¿De qué hay que asustarse? ¡Si yo misma construí los muros del castillo! Sé que no van a derrumbarse a la primera, ya me aseguré de ello. Y si por un casual se cayesen... los reharía aún mejores. Quizás todo lo que encuentre en esa pequeña isla tan alejada de esta ciudad me enseñe cosas con las que sentiré que no podría haber avanzado jamás... Y que renunciar a una experiencia así, como bien dije hace unos posts, nunca sería mi estilo. Porque, con hermosa rutina o sin ella y me creas o no, tú que me lees... soy la misma de siempre.

P.D: Siento si me he puesto demasiado filosófica hoy, tenía ganas de vomitar metáforas :P

5 comentarios:

Nana dijo...

Por cierto...

¿72 seguidores? >.< ¡eso son muchos seguidores! Gracias ;_;

Álex dijo...

Q tendrá este piso q sacamos filosofías hasta de la pica de la cocina? jaja =P Cuando me curre una lista de los blogs q sigo te pondré en ella, en la zona VIP. Porq me gusta tu rollito, pequeña xD Aunq luego te robe el arroz jajaja xDDD

Mi Mundo Mola

Kamugo dijo...

El hielo desliza al principio, pero si pasas por él demasiadas veces acaba por rayarse.

Ahora vas a cambiar de pista de hielo. Cuando vuelvas la otra estará algo deshecha, pero cuando la vuelvas a congelar, volverá a estar completamente lisa y deslizante.

calcetinrayado dijo...

Yo es que no creo que se pueda NO tener miedo en muchas situaciones, en la mayoría. Así que es normal, lo que te ocurre y lo que te hace plantear y filosofar :)

Anónimo dijo...

"(...) excesiva compañía (que es destructora dinamita para alguien que ama crear)... (...)"

¡Excelente!
Muchas gracias por esa frase,me fue muy reveladora.