domingo, 14 de diciembre de 2008

De modas y muertos

¡Hola! Por fin he terminado los exámenes y vuelvo al planeta tierra. ¿Qué tal todo en mi ausencia?

Hoy os voy a hablar de modas y muertos.

No sé cuantos millones de veces habré mencionado en esta bitácora mi eterna aversión por el frío. Podría decirse que es posible que este odio tenga fundamento, aunque yo tampoco estoy muy segura de la veracidad de tal teoría.
El caso es que, la conclusión que he sacado a lo largo de estos años a base de cientos de conversaciones con cientos de personas diferentes, es que odio el frío porque mi piel está fría siempre, por naturaleza.
Cualquier persona que me haya tocado lo sabrá. La frase "niña, pareces un muerto" está a la orden del día en mi vida. Quizá busco el calor desesperadamente porque palia un poco, sólo un poquito, esa gelidez que siempre me acompaña. Aunque no creáis que es la solución, no. Puedo estar a cuarenta grados en mi ciudad y seguir pareciendo un trozo de carne recién salido de la nevera.
El caso es que últimamente, cuando sale el tema de mi cadavérica cualidad, sale también, casi automáticamente, la frase:
"Bueno, piensa que eso ahora está de moda. Es sexy".
¿Qué? Nunca pensé que mi falta de calor corporal sirviese para algo más que para refrescar las nucas de mis acompañantes en verano con tan sólo posar mis manos sobre ellas. Ahora resulta que eso, además, es sexy.

Será esa cosa de los vampiros. ¡Porque el mundo es así! Se ponen de moda los vampiros, y de repente ser blanco como el papel, estar helado, o tener ojeras... es lo que "mola". En pocas palabras, cuanto mayor sea tu similitud con un difunto, mejor. ¡Es lo que se lleva!
Me pregunto qué sucedería si se pusieran de moda los zombis. Habría que verlo.

Pero el caso es que la vida es así, señores. Ahora no se habla de otra cosa; las librerías y las carteleras plagadas de vampiros; las series de televisión copiándose unas de otras, y todas con nombres lúgubres o propios del más oscuro romanticismo. Y la gente lo sigue, como la oveja al pastor. No les culpo por ello, no me malinterpretéis, creo que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de lo que le apetezca.

Pero me resulta gracioso; cómo pueden cambiar la opinión o los gustos de alguien de la noche al día según las influencias y tendencias del momento. Y lo peor será que no sólo veremos a miles de chicas fantasear con pálidos seres chupasangre, sino que muchos chicos procurarán llegar a parecerse a tal modelo lo máximo posible.

Porque así es la vida. Comenzaron con fantasías épicas, luego con piratas, ahora con vampiros... y nadie sabe con qué seguirá el círculo. Mientras tanto... disfrutad todo lo que podáis de lo que os apetezca. Qué diablos.