viernes, 30 de mayo de 2008

Comprender

Mi sueño desde hacía años era venir aquí, no es nada nuevo. Recuerdo que lo tenía en mente desde muuucho tiempo atrás. Sin embargo lo más duro fue confesarlo.
Recuerdo la primera vez que decidí informar a mi família (a mi madre) de que había tomado la decisión de marchar al país del sol naciente. Tendría entre 13 y 14 años y jamás había pronunciado una palabra sobre ello a pesar de lo mucho que ya había rondado por mi mente la idea.
Así que decidí hacer uso de mi mayor arma de expresión, que es la palabra escrita.
Le escribí una carta a mano mientras me temblaba el pulso, pensando con certeza en lo infinitamente estúpida que me creería ella al leerla.
La dejé encima de su almohada por la noche y me marché a dormir. Siempre quise saber qué cara debió poner mientras la leía de madrugada.

Al venir me encontré con un problema bastante grande. El "y ahora qué". Había recorrido todo el camino hasta aquí, pero ahora que ya había puesto los pies en éste país... ¿Qué iba a hacer?
Sabía muy bien que la vida no se acababa aquí, que tenía que pensar en un futuro. Siempre había sabido lo que me interesaba: Asia, Japón, los misterios del lejano oriente... pero no alimentando mi pasión en un sentido friki ni con interés por las nuevas tecnologías, sinó con una misteriosa atracción por... comprender.
Y allí fue cuando lo entendí todo.
Cuando fui a España el Abril, tuve una pequeña conferencia en mi antiguo colegio. Era la primera vez que iba a hacer una "conferencia" para hablar nada más que... de mí. Era raro. El mejor profesor que he tenido nunca contactó conmigo para que fuese a contarles a los alumnos qué había hecho de mi vida.
Acabé contándoles muchas cosas sobre la presión de la sociedad japonesa; el tener que estar graduado en la universidad y casarte antes de los 30 para ser alguien; el que esté mal visto ser diferente, el que nunca se quejen del trabajo delante de nadie, por mucha confianza que te tengan... Les hablaba de cosas que a los españoles les (nos) pondrían los pelos de punta; hasta que una chica me hizo la pregunta mágica:

-¿Pero ya te gusta un país así?

Entonces, en un segundo, me teletransporté a una conversación con un compañero de clase (de Shanghai), que tuve semanas antes. Le contaba con entusiasmo cómo quería estudiar chino y hacer mi añito en China también cuando alguna época me lo permitiera. Turbó el rostro y me dijo muy serio:
- Creo que si fueras a China, al ver lo que hay allí no te gustaría y no querrías volver.
No he estado en China (todavía), pero estoy segura de que no será así. Me ha pasado lo mismo con éste país, y creo que me ocurriría con todos... He aprendido a comprender.

He aprendido que no hay nada malo ni bueno, que todo tiene dos lados, y que si aprendemos a comprender sabremos que hasta lo más cruel y terrible tiene un motivo.

Cuando aprendes eso te vuelves tolerante, y por lo tanto no concibes la idea de que un país no pueda gustarte por que sea diferente al tuyo, por que eso es lo que es, ni mejor ni peor... diferente.
No podía evitar pensar esa vez en aquella clase de Historia de segundo la ESO, cuando un profesor dijo que "Los terroristas de un lado son los héroes del otro".

Así que ahí lo entendí todo. He encontrado mi camino. No hay un "ahora qué". He decidido cojer mis dos armas: La palabra y la comprensión.
No sé hacer otra cosa, lo prometo.
No soy capaz de concebirme con un traje corbata y sirviendo cafés al jefe mientras hago fotocopias. No me puedo imaginar sentada en un bar repipi con un ordenador portátil sobre la mesa, escribiendo informes con aire de superioridad mientras me tomo un capucchino de 5 euros. Se me dan mal las matemáticas, la informática, la distribución en general. ¿Qué sentido tendría estudiar economía? Sería cavar mi propia tumba; el túnel directo al traje corbata.
Voy a hacer de mi trabajo el comprender y escribir, y sobretodo... el hacer comprender. ¿Alguien adivina de qué se trata? ;)

jueves, 29 de mayo de 2008

Kamiya Bar

No soy artista.
He hecho el bachillerato artístico, fue una de las mejores épocas de mi vida, pero sobretodo si de algo me ha servido es para saber que no soy artista. O quizá si. Mi frustración se debe a que decidí no nombrarme artista a partir de ver que no era capaz de encontrarle encanto a muchas obras de arte moderno. Será que me falta esa "chispa", el "eau de artista", para comprenderlo todo en un momento y llenar mi mundo de ultrasensibilidad y paranoya.
O quizá sea artista a mi manera. El caso es que tengo una manía de artistilla... se trata de tener "mi cuartel".

Santiago Rusiñol, Ramón casas... los impulsores del modernismo en Barcelona se reunían en el llamado bar "Els quatre gats".
Hemingway en sus largos años en Cuba, frecuentaba La Bodeguita del Medio...

Mi lugar es el Kamiya.
Un lugar amplio de comida occidental, de ambiente estilo años 20, con sillas de madera oscura y lámparas colgantes. Lo que primero me enganchó de ése lugar es sin duda la comida, pero luego me fui volviendo cada vez un poquito más adicta a la mesa del rincón del hall grande... hasta que se volvió mi rinconcito.
Sentada allí hago deberes, escribo, a veces simplemente veo como la gente viene y va. Pero esa mesa tiene algo que me inspira. Me gustaría llevarme el ordenador un día, a ver si con el magnetismo de ése asiento escribo el mejor texto de mi vida.
A los habitantes o futuros visitantes de Japón, nunca sé cuando iré al Kamiya; siempre es espontáneo... Pero si os pasarais un Jueves al mediodía tendríais muchos números de encontrarme allí ;)

¿Que cómo se llega? Es sencillo. Todos los más interesados conoceréis el famoso edificio de la cerveza Asahi, y su sospechosa forma:


Veis el puente rojo? El bar Kamiya está al otro lado del edificio de Asahi, osease, justo detrás de quienquiera que haya hecho ésa foto (no es mía ;) )
Ésta es la fachada. La foto es mala con huevos xD ¡se siente! la tomé a velocidad luz antes de que el semáforo se pusiera verde... Además mi talento fotográfico no da para más. Mi hermana se lo quedó todo.

Para llegar en metro... Línea Ginza hasta Asakusa, buscáis la salida 3, subís las escaleras... y lo tendréis detrás ^^.

sábado, 24 de mayo de 2008

O2 - Orange Range

Orange Range es un grupo que me gusta bastante, pero no he podido evitar reírme con el nuevo videoclip... Se les ha ido mucho la olla. Es simplemente genial.

Es una parodia bastante obvia de los openings de anime, mezclado con la época samurái... no tiene desperdicio.



Aprovecho para decir que éste es el tema del opening de la nueva temporada de Code Geass, uno de los animes más populares actualmente en Japón. Se ven carteles por todas partes, es una invasión... A los interesados, probad a darle un vistazo ;)

Curiosidad

Siempre me dicen que parezco más mayor de lo que soy. Siempre me salta alguien diciendo eso de "Nana, eres más madura de lo que te toca para tener 18".
Eso no me halaga (tampoco me ofende, no se alarmen), sinó que me intriga.
¿Qué es "parecer mayor"? o mejor dicho, ¿Qué es ser mayor?

La gente suele crear una relación inversamiente proporcional entre el realismo y la madurez. Si ése es el caso, es mentira que soy madura, soy una soñadora empedernida que fantasea con dar la vuelta al mundo, con volar hasta el espacio, con conocer el amor más grande que haya existido, con un mundo mejor y libre, con escribir una novela capaz de conmover. Por esa regla, entonces, soy una cría.

Parece ser que para hacerse mayor, la receta es:
Coger a un niño, matar su imaginación, sus sueños y sus fantasías; inculcarle un aura conformista y de pesimismo, ponerle a trabajar, y... ¡Hecho! Ya tenemos a un adulto.
Creo que aunque me salgan arrugas yo nunca me haré vieja. Hay demasiadas cosas que quiero saber, demasiado me queda por aprender. No me dará la vida para verlo todo, tengo demasiada curiosidad.
Cada día hago el mismo camino a la escuela.
Los asientos del tren en Japón están puestos en los laterales del vagón, de espaldas a la ventana. A pesar de que me sé el camino de memoria, siempre, siempre, me doy la vuelta sobre mí misma para mirar a través de la ventana. Los japoneses de mi alrededor me imagino que piensan que lo hago por que soy una turista, y quiero ver por dónde paso. Seguramente si supieran que he hecho ése camino cientos de veces se preguntarían por qué sigo dejándome el cuello al darme la vuelta para poder mirar al exterior.
Lo cierto es que no sé por qué. Simplemente creo que dormirme, o mirar los botones del traje del hombre de delante mío es una pérdida de tiempo. Necesito ver lo que me rodea. Supongo que de ahí viene también mi histérica manía de querer siempre y bajo cualquier condición sentarme en el asiento de ventanilla del avión. A pesar de que a medio vuelo me obligan a cerrarla para que la gente pueda dormir a oscuras, siempre la medio-abro a escondidas cuando creo que ya todo el mundo duerme, para no perderme el paisaje de las nubes blancas reflejando el sol.
Podría decirse que algo así es de críos. Sin embargo, me dicen que soy madura... bien, ¿en qué quedamos?
Yo diría que en empate.
Cuando animo a alguien a cumplir sus sueños, suelen resignarse diciendo: "Lo dejo por que soy realista, y sé que es imposible". Supongo que a ésa actitud le llaman madurez...
Uno es realista, dicen, cuando acepta cómo es la realidad. Pero la realidad la construímos nosotros; y nos hacemos a nosotros mismos. Para mí, venir a Japón hace años era un sueño, como el de muchos que me leen ahora. Si hubiese sido "realista", habría acabado quedándome "en tierra", preguntándome para siempre qué habría pasado si hubiese perseguido mis sueños. Ese "Y si..." que nos acosa a todos los humanos.

Pues voy a hacerlo. Voy a dar la vuelta al mundo, voy a escribir una novela capaz de conmover, voy a conocer el amor más grande que haya existido, voy a poner mi granito de arena para hacer un mundo mejor, y a pesar de que lo de volar hasta el espacio sea difícil, nunca dejaré de soñar con ello. ¿Soy una cría, verdad?

viernes, 23 de mayo de 2008

Último tren

Sigo viva! Aunque ocupada. No panda el cúnico (que no es que cunda el pánico) que no abandono esto, señores.

Ahora que por fin llegó el buen tiempo, cálido pero agradable, y se puede ir en manga corta por la calle, se acerca la temporada de lluvias (Tsuyu). Cuando ésta pase, dejara como regalo el calor abrasador del verano japonés. Si esque esta gente no tiene punto intermedio...

Hoy he vuelto de trabajar con el último tren. Siempre vuelvo de trabajar con el último tren.
Es curioso, ése tren es diferente a los demás. Tiene una atmósfera diferente.
Cuando cojo el tren de la mañana, como tantas veces he descrito, se respira ese ambiente de "me acabo de levantar, tengo sueño pero me tengo que ir a trabajar". Es una atmósfera entre frustración, cansancio y cabreo, sumida en un silencio abrumador.
El último tren es sin embargo el de la gente que vuelve a casa, ya sea del trabajo, de fiesta, de donde sea. Los hay que caen dormidos al instante, los hay que parlotean entre ellos, los hay que intentan aguantarse de pie pese a la borrachera...
Y de borracheras voy a hablar.
No mías, precisamente. Todo el que me conozca sabrá que conseguir que una copa de alcohol entre en mi cuerpo es difícil, muy difícil; y cada vez me vuelvo más intolerante a esa bebida.
Os voy a hablar de borracheras ajenas, que son siempre más divertidas.
Un día volviendo del trabajo, el último tren estaba inusualmente vacío, y por obra y gracia de dios había... ¡asientos libres y todo!
Me senté corriendo (cuando llevas 11 horas trabajando te importa un pimiento lo de ponerte a mirar a ver si hay alguna pobre abuelita a quien cederle el sitio... además, NUNCA hay abuelas en el último tren; es un misterio). A mi lado se sentó un hombre de pasados 40, que apestaba a cerveza y se durmió abrazado a una guitarra, envuelta en una funda horrorosa de estampados de color marrón.
En uno de esos meneos bruscos tan típicos de los trenes, me hizo gracia ver que al hombre se le cayó la guitarra al suelo, montando un escándalo que todos los del tren dimos un salto... menos él, que siguió durmiendo plácidamente.
Cuando llegó a su parada, se despertó gracias al chip incrustado en el cerebro que tienen todos los japoneses para despertarse dos segundos antes de llegar a su parada, sin importar lo borrachos o profundamente dormidos que estén.
Pero se fue como los burros (osease, de golpe y directo), dejando la guitarra tirada en el suelo.
Yo le grité: ¡Oye, te dejas la guitarra!
Se giró como si le hubiese insultado, y me contestó gruñendo: Yo no la quiero, ya. Te la puedes quedar.

Y éste es mi bonito recuerdo de ése día:


No sé tocar la guitarra, nunca he sabido, y a pesar de que conservo la esperanza de aprender algún día, no sé si mi paciencia me lo permitiría. Sin embargo éste trasto se ha vuelto un objeto valioso para mí. Me dice muchas cosas y a la vez nada. Cada vez que la miro, me pregunto qué clase de persona era su dueño (al que no pude conocer muy profundamente que se diga). Me pregunto hasta qué punto sabría tocarla, cuántos años hacía que la tenía, si la compró o se la regalaron...
Huele a viejo, y tiene una pegatina en el interior que pone "Fabricada en Nagoya por G.Yamada".
¿Acaso su dueño vivía en Nagoya? ¿Qué hacía en Tokyo? Y lo más importante... ¿Hasta qué punto estará arrepintiéndose ahora de haberme dado su guitarra con tanto desinterés?
Cada vez que la miro, metida en su funda horrible (que he preferido no fotografiar) me pregunto todas ésas cosas. Sé que nunca las llegaré a saber, supongo que es por eso que le he tomado cariño a mi nuevo juguetito. Es un misterio para mí en todos sus aspectos. Siempre esta ahí, apoyada en la pared, como si me observara, y siento que si pudiese hablar tendría tantas cosas que contarme...
Recuerdo que ése hombre no me dijo "No la quiero"; sinó "Ya no la quiero". ¿Qué sucedió para que quisiera deshacerse de ella?
Desde luego ése día cuando subí al último tren nunca esperé que llegaría a casa con semejante cosa entre mis manos. Sin embargo, llamadme soñadora tonta, pero creo que conseguir algo así debe tener algo que ver con éso que llaman destino. Quizá aprender a tocarla sea algo prioritario para mi vida, y yo hasta ahora sin saberlo.

martes, 20 de mayo de 2008

Mi trabajo

Como dije, os pongo unas fotitos del humilde restaurante donde trabajo:

Saliendo de la estación de Shibuya por la salida de Hachiko, cruzáis el archiconocido cruce y subís hasta la calle de Shibuya center.

Hasta encontrar la famosa comisaría de policía redonda (foto) que en tantos mangas ha salido (por ejemplo, en Gals, es la comisaría donde trabaja la família de Ran... si no recuerdo mal). Sigues recto por la derecha y llegas a mi tienda:


Un humilde restaurante llamado "Soup-ya". Con un menú occidental pero sin nacionalidad definida. Si me encontráseis trabajando en ése momento... os invito al postre ;)

La página web: http://www.soup-ya.com/

domingo, 18 de mayo de 2008

Tardes de béisbol y helado en Katsushika

Ésta tarde mi pequeña família (compañeros de residencia) y yo nos hemos ido a hacer un espontáneao partido de béisbol en el parque de al lado de casa. Se nos han unido al juego un grupo de niños que rondaban por la zona, ha sido muy entretenido, y desde luego... una experiencia curiosa.

Lo peor... ¡Que los niños nos han ganado de paliza!

El equipo de los niños (en ese momento nosotros eramos los que bateaban). Los equipos tenían nombres no muy rebuscados: Otona (adultos), y Chibiko (traducible como... crios, enanos XD)

El de la sudadera naranja es Ken-chan. Parecía ser el líder de la pandilla. Espero verlos de nuevo en nuestro próximo súper-partido ;)

Algunos de ellos en el descanso... Aunque los únicos que necesitaban descanso éramos nosotros. Éstos niños no se cansan nunca!

Fetiche

Ayer fuí a cenar rutinariamente a un izakaya con mis compañeros de residencia.
En medio de la conversación, salió el tema, como siempre sale, de la relación hombre-mujer y todo lo que ello implica. Ya me entendéis.
El caso es que me quedé a cuadros cuando uno de ellos me preguntó felizmente:

-¿Nana, cuál es tu fetiche?

No me lo podía creer, que un japonés, encima tío, que yo tenía concebido como el ser más reservado del planeta me preguntara abiertamente por... ¿mis fetiches? Todos sabemos en España que un fetiche es algo bastante fuerte, no es un simple gusto o agrado por algo...
Pero al parecer en Japón, sí.
En seguida intervino otro chico (que había vivido una temporada en Europa) y me aclaró que, en el vocabulario japonés, "fetiche" no tiene más significado que "algo que te gusta".
En España, a quien le gustan los morenos, dirán "me gustan los morenos", y punto.
En Japón, dirán "mi fetiche son los morenos".
¿A que suena mal? Vaya palabrita han ido a escoger para hablar de gustos. Me gustaría ver la cara que se les quedaría a los nativos si los japos en Europa fueran preguntándo a la gente cuál es su fetiche, si el helado de vainilla o el de fresa.
¡Qué interesante es el mundo de las palabras extranjeras mutadas por los japoneses!

viernes, 16 de mayo de 2008

Histeria

Llevo 42 minutos intentando actualizar la lista de links, tal como dije que haría. ¿ Que por qué tardo tanto? No por mis pésimos, patéticos, tristísimos y rastreros conocimientos de informática (que también), sinó por que la conexión que tengo deja que desear.

Vivir en una guest house tiene cosas buenas y malas:

Malas: El lavabo compartido y la conexión a internet común.

Buenas: Todo lo demás.


Pero la conexión a internet afecta bastante (sí, a mí más que el lavabo, por mucho que sea una tía). Son 100 megas de conexión, que en España diréis... c*ño! Pero cuando se conectan 130 personas con esos 100 megas, la cosa se queda algo corta.

Posteo inútilmente algo que importa un pepino, pero así me desahogo un poco. Ahora tengo varias opciones:

1- Tener paciencia y tardar 4 horas en actualizar los links (no mi estilo)
2- Conectarme a una hora donde haya menos gente online y hacerlo entonces (no mi estilo pero me convence)
3- Clicar histéricamente a todos los botones para ver si por arte de mágia va más rápido así (mi estilo)
4- Quedarme mirando las musarañas esperando que por un casual de repente todo se haga solo (mi estilo totalmente)
5- Tirar el ordenador por el balcón (sí, tengo balcón y todo!) al más puro estilo frisbee del anuncio de friskies (mi estilo si tuviera huevos a hacerlo).

¿Qué me proponéis?

Después del post absurdo, vuelvo a lo mío para poner links... y tal.

P.D: Noto que mi blog se ha vuelto más... literario, desde que he vuelto, ¿no? Estaré inspirada, mira tú.

jueves, 15 de mayo de 2008

Pobres pandas

¡Pues no!

Al final no hubo pandas. Pobrecitos, que viven en una jaula, si encima les hicieran salir cuando llueve... Parece ser que el zoo cerró por la lluvia, suerte que nos informamos antes de ir... tendréis que esperar a la semana que viene, y veréis pandas, pero sin mojar ;)

¡Hoy día rutinario! Colegio y trabajo. Os debo fotos de mi currele, mañana hago y las cuelgo.

Aun así, creo que soy la única habitante en Japón de la blogosfera que no es ingeniera ni becada ni ninguna cosa supersónica. Lo siento, soy una vulgar camarera en un restaurante normal y corriente del Shibuya Center, no doy pa más. Aunque bueno, dadme tiempo... jujuju.

Y bueno, cosas que no sepáis de mi rutina... que me cambié de casa (otra vez) XD invitada por los amigos que hice el día de Navidad. Os recuerdo que un amigo me invitó a su Guest House por navidad donde conocí a mucha y muy buena gente. De buenas migas que hicimos he acabado viviendo aquí con todos ellos. Hay gente de todas partes, pero en gran parte son japoneses, lo cual es un gran avance. Una de las cosas más difíciles al principio es conseguir hacerte un huequecito en su sociedad.

Ahora que trabajo y vivo rodeada de japoneses siento que almenos de no haberme integrado no es algo de lo que pueda quejarme. Es el consejo más importante que me gustaría que los que penséis venir una temporada aquí os grabéis en la mente: Si venís a Japón, haced vida de japonés en japón; no de guiri turistilla en Japón. No os limitéis a vivir en una residencia de extranjeros y trabajar de profesor de inglés o algo así. Buscad más allá de lo fácil.

Reconozco que yo mis primeros dos meses los pasé en una residencia de guiris, por que es el método más sencillo, fácil de encontrar y barato (a su manera) de instalarse hasta que se encuentre otra cosa. Buscad siempre el modo de integraros en la sociedad, no de ser una comunidad paralela a ésta. Si no lo hacéis así, aunque suene duro, no aprenderéis nada.

Para rebajar un poco el tocho que he soltado sin venir a cuento (aun así voy a dejar el título absurdo y sin nada que ver. Me ha gustado), os pongo un par de fotos de unos carteles publicitarios que vi hace un tiempo en el tren... Que tampoco tienen nada que ver con el título. Si esque lo mío es poner nombres... Jojojo.



He descubierto que para ser diseñador gráfico en Japón sólo necesitas saber ponerle carita a cualquier cosa con un poco de gracia. Os lo aseguro, se podría poner porcentaje (y elevado) a la cantidad de cosas que anuncian utilizando el recurso de la carita...

Y eso es todo por hoy, que una tiene un precioso examen mañana del contenido del cual a las 20:56 de la tarde aun no tiene ni la más remota idea. Un besito y salud!

miércoles, 14 de mayo de 2008

Reengrasando los engranajes

Reanudando, reanudando... a ver cómo sale esto.

Cuando esta noche vuelva a casa me pondré a actualizar links, añadir más blogs y en general lavarle un poco la cara a ésto. Espero que cuando volváis a pasaros por aquí ya haya podido hacerlo todo.

Por ahora me voy al Zoo de Ueno de excursión! Aunque no se cómo porque está lloviendo a mares... os haré fotos de pandas mojados =D

martes, 13 de mayo de 2008

La fotito de rigor

A pesar de que los Sakura (los cerezos japoneses) ya hace semanas que no son de color rosa, tengo que poner alguna foto, aunque sea una, de éstos, supongo... ¿es la tradición, no? a pesar de que su máximo esplendor fue precisamente cuando a mí me dio por poner mis patitas en España, así que me perdí el momento más "bonito".

Un desperdicio! O como dicen aquí, "mottainai".

Pondré una de las pocas que hice, "la foto de la foto". Un Japonés retratando a su novia con los sakura de fondo... eso sí, la foto, cómo no, con el móvil ;)


Es curioso el hecho de que todos hemos visto en series de anime los árboles de cerezo florecidos de color rosa, y yo (como muchos otros) pensaba que éstos eran de color rosa durante toda la primavera.
Pues resulta que no. Los Sakura suelen florecer entre finales de Marzo y principios de Abril, y duran florecidos no más de dos semanas. Corto, ¿verdad? Pero en Japón es todo un evento. Antes de que florezcan, semanas antes incluso, hay carteles publicitarios por todas partes de agencias de viajes promocionando viajes a los sitios más poblados de Sakura, o incluso viajes alrededor de Japón para ver los Sakura florecer en todo el país, pues empiezan a florecer en el sur, donde la temperatura és más elevada, y finalizan en el norte. A veces puede haber una diferencia de un mes entre la floración en el norte y el sur.

Otro fenómeno del sakura es el Hanami ( 花見 el kanji de "flor" y "ver", literalmente "mirar las flores), que consiste en reunirse con los compañeros de empresa, amigos, compañeros de clase, o con quien sea al fin y al cabo, y beber y comer a la sombra de los cerezos al más puro estilo picnic.
Lo de la bebida... cualquier tipo de alcohol sirve, pero la comida tradicional del hanami son los dango (foto), unas bolitas de pasta de arroz, que suelen ser dulces, pero a veces son bastante insípidas y se untan en salsas de muchos tipos.


Los que vinieseis a Japón a finales de Abril posiblemente no podríais ver los sakura en todo su esplendor, pero sí existe un fenómeno llamado "Osozaki" (遅咲き) (lit. Florecer tarde). Se trata de los Sakura que florecen en un momento inusualmente tardío para la época, cuando el resto de Sakura ya son verdes. Normalmente éstos Sakura suelen tener un color rosa más oscuro y profundo que los "Sakura normales", por así decirlo. Quien me enseñó ésta palabra me dijo que la palabra osozaki está llena de significado cuando se habla también de las personas, pues no por tener éxito en la vida más tarde que los demás (por ejemplo, triunfar como cantante a los 40 en lugar de a los 19),eso significa que no vayas a ser hermoso o brillar, pues puedes ser incluso más bello, más "rosa" y "profundo" que losque florecieron a su tiempo. Me parece una forma preciosa de aplicar la palabra al mundo de las personas. ¿Qué os parece?

Conclusión de mi vuelta temporal a España

A veces pienso que me gustaría sentarme a hablar con mi "yo" de antes de venir. Me gustaría preguntarle qué piensa del mundo, qué espera encontrarse aquí, y compararla con mi "yo" de ahora.

En cuanto a personalidad se refiere, no he cambiado. Sigo siendo igual de bruta, ruidosa, poco delicada, mas bien escasamente escrupulosa y sin pelos en la lengua. Los japoneses (o debería decir las japonesas) no me han pegado su finura ni delicadeza para nada.
Lo que si que se te pega es la cortesía.
Eso se nota en todo. Al llegar a España es un choque absoluto. En Japón la ley que rige la sociedad es un respeto (que será más o menos fingido, pero respeto al fin y al cabo) a todo aquél que te rodea. Ya sea en el trabajo, en el tren, o con el que se te cruza por la calle. Tener respeto a los demás es la clave definitiva para comprender a la sociedad japonesa.

Cuando te subes a un tren por la mañana, por mucha gente que haya metida ahí dentro (todos conocemos la escena del tío empujando a la gente para entrar), el silencio es absoluto. No se oye NADA, nadie habla, nadie hace ruido. ¿Por qué? A un extranjero le chocaría y pensaría superficialmente que son gente aburrida, con poco a decir, o alguna g*ilip*llez por el estilo. El caso es que si nadie hace ruido es simplemente por crear un ambiente lo más relajado posible. Ya es difícil meterse en un vagón con 3000 personas más. Si todas ellas fuesen haciendo ruiditos, hablando por el móvil o haciendo lo que fuese, no sería difícil, sino desesperante; incluso agobiante.
Los japoneses no necesitan desesperadamente como nosotros llenar los silencios con palabras absurdas. El silencio no les pone tensos, no les altera, al contrario, lo aprecian y lo respetan, y ahí está todo, en el respeto.

En Japón cuando conoces a una persona de primera mano, sin saber nada de ella, no importa que tú seas un estudiante de primaria o el jefe de una multinacional, siempre te dirigirás a esa persona con el lenguaje más educado, honorífico y respetuoso posible, para mostrar precisamente eso, que sea quien sea la persona frente a tí, le respetas por lo que és.

Como española que soy (no hay remedio) creo que un exceso de respeto es frío y distante. No ayuda a acercar a las personas, pero aun así admiro esa capacidad. Precisamente si algo falta en España es respeto por los que te rodean, cuando aquí el hecho de procurar no ser una molestia para los demás lo es TODO. Sin embargo en España se lleva más lo de destacar, ya sea por estravagante, ruidoso o colorido, no importa el método, lo importante es destacar por encima de lo que sea o quien sea, se pise a quien se pise. En cambio en Japón la ambición y el ser extravagante está mal visto, precisamente por que son actitudes que conllevan en muchos casos el tener que molestar al prójimo, y eso... eso no es respeto.

Eso es lo que quizá me ha quedado más claro al volver a España. Comparar es importante, y ahora me siento más feliz que nunca del día en que decidí poner los pies aquí.

He vuelto!

Me paso por aquí después de dos meses. Os pido disculpas por abandonar el blog. (se que queda fuerte decirlo así, pero es la pura verdad xD)

Una falta de ideas, ausencia de cámara, una visita temporal a España, y luego la mala costumbre de no abrir el blog acumulados han hecho de este blog un espacio desertado durante un tiempo, pero eso se acabó!

Anuncio oficialmente que Nana's Diary vuelve, y esta vez con toda su fuerza. Es más! Voy a firmar mi auto-destrucción dejandoos mi e-mail:

nana.banan(arrobita)hotmail(punto)com

Cuando lleve más de 3 días sin actualizar, permito a cualquier persona k me envie un mail para reñirme. No es coña! XDDDDDDDD Sirve de todo, desde sermones a lo abuela hasta tacos, reñidme y pedidme que actualice! Sed crueles y despiadados conmigo, k sino no funciono XD

Seguidamente publicaré unos cuantos postecitos para que tengáis algo que leeros esta tarde, noche, mañana... o cualquier momento del día que sea en vuestro lado del mundo.

Espero que mis lectores de siempre me perdonen y sigan ahí como lo han estado siempre!

Oskieroosadoro! Aunk parezca k no y sea una desertora de mierda xD

Nana