viernes, 19 de septiembre de 2008

Histeria

Hoy he descubierto que soy como una bici, como un avión o como una mosca.

¿A que vienen esas comparaciones con tan poco que ver? Pues que... si se paran, se caen. No pueden dejar de moverse.

Hoy he ido al médico y le he comentado que llevaba días sin poder ponerme de pie, que me mareaba y sentía que tenía una goma elástica en la cabeza que me la presionaba constantemente; un dolor de cabeza insoportable que ya achacaba a que algún duendecillo de ésos que me acompañan me fuese dando martillazos constantemente. Esperaba el típico análisis de sangre o alguna receta de aspirinas; pero su respuesta ha sido inmediata:

- Estás histérica.

¿Histerica? ¿Yo? .... Pues sí, doctora... ahora que lo dice....

¿De qué estoy histérica? De no poder hacer nada. ¡Doctora, llevo 25 días de vacaciones y voy a morir de asco, quiero volver al trabajo, a la escuela... O a lo que sea!. Pues sí señores, tengo dolores de cabeza y mareos por que mi cuerpo se sube por las paredes de tensión y nervios acumulados; en pocas palabras: Necesito moverme.

¡Estrés de desestrés! Ésto sólo podía pasarme a mí, y en un país como éste. Entonces fue cuando la doctora continuó:

- No voy a darte calmantes por que es lo contrario lo que necesitas. Deberías deshinibirte haciendo cosas para sacar lo que llevas dentro; ya sabes, dibujar, ESCRIBIR...

¡Ay, doctora! Si yo le contara... Tanto hacer funcionar el lado derecho del cerebro me hará que se me acabe cayendo de lado la cabeza. Entonces pensé... ¿Estaré hecha a la japonesa, ya? ¿No puedo vivir teniendo vacaciones? El tiempo libre me perjudica y necesito sentirme activa, ¡hay que ver! Y hay gente por ahí (pongamos padres directamente) que me llaman vaga integral. Cosas de família.

En conclusión lectores, aquí tenéis otro poquito sobre mí. Me dicen que vaya con calma, que no intente comerme el mundo... Pero ya se ha visto que no puedo... ¡Soy una mosca, no una libélula! Y ya puestos me he dado cuenta de que se ha hecho completamente realidad en mí un estereotipo muy gastado:

Que si no escribo, rebiento.

Pero eh, ¡Que rebiento de verdad!

viernes, 12 de septiembre de 2008

Mamá, quiero ser artista.

Después de acabar de publicar el sexto capítulo de la novelita en el Gaiden; me alegra y sorprende ver que cada vez es mayor el apoyo de la gente, cada vez más lectores que me animan a seguir y dan vida a todo lo que escribo.

Me he dado cuenta de que el apoyo es como un gatillo que te puede disparar todo lo lejos que tú quieras. El que tiene un respaldo puede sentirse capaz de grandes cosas.

Por eso éste post lo voy a dedicar a toda aquella gente que persigue un sueño con esfuerzo y ganas. A los "mamá, quiero ser artista". Gente en un principio anónima que se hace un hueco en el mundo gracias a su esfuerzo y sobretodo grandes dosis de talento. Os presentaré a las "pequeñas joyas" que he ido encontrando en el ciberespacio y que recolecto de hace tiempo.

El puesto de honor es para Jack Conte, un músico norteamericano que demuestra un enorme arte a la hora no sólo de cantar, sinó de hacerse él mismo sus propios videoclips. Éste que vais a ver es un video hecho por él en su totalidad; ha grabado la canción por partes, desde las voces hasta los instrumentos; ha filmado el vídeo y lo ha montado. El resultado es éste:




Más canciones en myspace: http://www.myspace.com/jackconte

Segundo puesto para Mia Rose, una chica portuguesa que publicaba en Youtube unos simples videos en los que humildemente cantaba con su guitarra; y millones de visitas que hicieron correr la voz de su existencia. Al final, con su perseverancia y el apoyo de la gente ha conseguido una carrera discográfica y un empuje al estrellato. Aquí el ejemplo de uno de ésos videos que parece ser, robaron el corazón a los usuarios:



¡Y no todo es música! Quién no conoce la página web de Deviantart, donde artistas de todo el mundo pueden dar a conocer sus obras. Una encuentra verdaderos tesoros navegando por ésa web. Desde ilustración hasta todos los campos que existen.







Por Kidchan


Por Sandfreak

No todo es lápiz o photoshop. Hay gente que cuelga incluso óleos:

Por Leonidafremov



¡Incluso hay gente que ha encontrado su pasión en confeccionar peluches!


Por mintconspiracy

¿Qué empuja a toda ésta gente a pasarse horas y horas elaborando éstas obras? ¿Qué les da valor para ser capaces de mostrar una parte de sí mismos a través de sus creaciones? Cada persona tiene sus motivos, y cada uno es distinto; pero apuesto a que todos tienen algo en común: El apoyo de alguien.


No hacen falta alabanzas ni elogios; simplemente basta con que alguien sonría al ver lo que pintas, escribes o creas; es suficiente con saber que alguien se alegra aunque sea un poquito cada vez que tú das vida a algo nuevo; sentirte apreciado de alguna forma. Si tan sólo tienes éso, serás capaz de grandes cosas.

¿Y quién tiene talento y quién no? Personalmente creo que el talento como algo innato no existe, creo que el talento viene de la pasión. Sí, creo que una persona tiene talento para algo cuando ésa cosa le apasiona por completo. No se trata de ser más listo ni más diestro, se trata de amar lo que haces y hacerlo cada día; entonces el talento surge como surgiría el amor entre las personas; si es verdadero crecerá hasta lo más alto y durará por siempre.

Todos nosotros somos capaces de todo, sólo tenemos que explotarlo. Quién sabe si hoy habrá nacido un héroe, ayer nació un brillante músico y mañana nacerá alguien que cambiará el mundo. Todo depende del camino que elijan, de lo que ellos deseen ser. Y si me llaman romántica por pensar así, me autodenominaré como tal con orgullo y alegría.

¿Cómo conseguir el apoyo de alguien? Creo que me he dado cuenta que lo que hace falta es constancia, nada más, simplemente eso. Así que repetiré lo que en éste blog he repetido mil veces, y no me cansaré de decir nunca:


Perseguid vuestros sueños, y empezad desde hoy.

lunes, 8 de septiembre de 2008

No sé qué es peor

Como ya dije, me voy a dedicar a decir lo que siente una expatriada al volver a casa, y con lo que se encuentra. Ahora que piso ésto de nuevo hay muchas cosas que me parecen desconocidas y misteriosas, y otras que simplemente había olvidado que existían.

Una de las muchas que olvidé era la existencia de eso que en España llaman "jornada partida". Hablando mal o "en plata", ¿Qué especie de mierda es la jornada partida?

Vale, consiste en que te levantas pronto, te vas a trabajar, te dan al mediodía un inútil descanso de 3 a hasta 5 horas en que en realidad no te da tiempo de hacer nada, y vuelves al trabajo hasta la noche. Moraleja: Pierdes todo el día y te pagan 8 míseras horas.

Recuerdo que los japoneses me comentaron (con éstas palabras): "Qué guay, me han dicho que en España tenéis un montón de horas de descanso al mediodía para hacer la siesta". Dejando a un lado el tema de si ésas horas se emplean para la siesta o no, me centré en responder: Preferiría trabajar con sólo una hora de descanso y poder plegar antes, o hacer jornadas intensivas como hacéis aquí y poder irme a casa a las 6.

Pero para mi sorpresa la respuesta fue: "Si, nuestra jornada puede terminar a las 6, pero aquí no plega nadie hasta tranquilamente las 11 de la noche". Por lo tanto, resumiendo; los empresarios trabajan desde que sale el sol hasta que se pone.
¿Por qué? Son las horas extra de servicio a la empresa, y como buenos hispanos los que leéis esto, contestaré a la pregunta que os habéis hecho nada más leer: No, no se las pagan.

Cada uno descansa cuando puede

Yo me tiraba de los pelos diciéndoles a los nipones que era totalmente abusivo e injusto que trabajaran hasta la noche sin recibir ni un solo yen extra (que decir "un duro" quedaría fuera de contexto); pero no parecía conseguir convencerles; afirman que es "por el bien de la empresa", y que "si el sistema japonés no fuese así, las empresas no funcionarían como és debido". ¿Necesitan entonces las empresas japonesas que sus trabajadores hagan horas extra para que su empresa tire adelante? ¿Hasta qué punto está bien montado un sistema económico que necesita ésas medidas? ¿Hasta qué punto son sinceros consigo mismos los trabajadores que afirman que encuentran correcto que les hagan trabajar entre 3 y 5 horas extra al día sin paga?

Me dió la sensación al tocar ése tema con los japoneses de que había intentado poner patas arriba un tema tabú e intocable para los trabajadores; y lo cierto es que éso es normal que ocurra en Japón cuando intentas decirles que su sistema de trabajo es mucho más excesivo que en el mundo occidental; se cierran en banda y se tapan los oídos.

Pero en España nos hacen "descansar". Lo cierto és que no es por caridad, sinó por que no les interesa tenernos trabajando en las horas menos ocupadas del día, y por si ya nos pagan poco, almenos se ahorran los cuatro duros que nos iban a pagar si trabajásemos esas "inútiles" horas del mediodía; muchas tiendas cierran durante ése tiempo, quitando todavía más utilidad al descanso, pues ni siquiera puedes salir de tu casa. Lo mismo ocurre con los domingos; el interminable círculo vicioso español del "Como descansamos todos al mismo tiempo, aquí no sale nadie".

La respuesta és que tanto a los japoneses como a nosotros nos manejan como quieren. Las empresas o nuestos "jefecitos" hacen con nosotros lo que les interesa, y nadie se queja por que es "lo que hace todo el mundo". ¿Qué es peor? ¿Trabajar horas extra de servicio a la empresa, o alargar tus días de jornada del día a la noche con un interminable descanso sin utilidad alguna? ¿Qué pasaría si un día todos los japoneses decidieran marcharse del trabajo a la hora que pone en su contrato; o si nosotros nos quedásemos trabajando al mediodía? ¿Sería entonces todo trabajador más feliz y satisfecho, o acabaríamos destruyendo la economía del país?

No lo sé, solo sé que algo va mal en todo ésto.

martes, 2 de septiembre de 2008

Dulce hogar

No. Mi ordenador no está arreglado, escribo de prestado. Esperemos que ésto dure.

Ya tengo mis piececitos de vuelta en suelo español, y el volver es algo extraño. Es curioso, navegantes de la red, que buscáis y encontráis mi humilde blog por tal de leer experiencias de personas que vivan en aquél país que tanto adoráis; me pregunto qué pasará ahora. Creo que quiero contaros qué pasa después, lo nunca contado.

Por que... ¿Qué pasa realmente después?

Pasa que justo antes de volver, sentada en el avión, una empieza a enumerar las cosas maravillosas del país del sol naciente que echará de menos, y lo primero que se encuentra al volver es que no echa de menos nada. Para mí ése año en Japón es ahora una ilusión flotante y totalmente separada, muy, muy distante de mi vida actual. Todo se ha vuelto tan normal, tan "como antes", que me resulta imposible echar de menos nada, por que simplemente en mi vida actual esas cosas "no pegan". A ver cómo puedo explicarme mejor:

Pongamos que echara de menos las tiendas 24 horas donde compraba mi desayuno cada mañana y mi tentempié cada noche. Creí que las añoraría, pero mi ritmo de vida y mis costumbres en España hacen que me sea totalmente innecesaria la susodicha tiendecita, y por lo tanto ni siquiera piense en ella.

¿La gente? Sería cruel decir que no la echo de menos, pero todo y desear verles de nuevo algún día, no es ése vácío que sentí al despedirme de mi gente de toda la vida el día que hice el trayecto contrario; es más bien un "hasta luego" indefinido, sin dolor ni complicaciones.

¿Qué pasa después? Que todo parece mentira. Que a veces tengo que pellizcarme, o mirar a las maletas apiladas en mi habitación, o ponerme a hablar en voz alta en el japonés que he aprendido para recordarme que ha sido real, que hace algo más de una semana yo cruzaba ese parpadeante cruce con paso apresurado al son de la música que se oía por todas partes, y entraba en ése trabajo que me parecía tan cotidiano y ahora es algo muy, muy lejano; y que volvía por la noche a esa habitación de la que me parecía que no llegaría el día de marcharse.

¿Que pasa después? Que la gente de aquí se te abalanza encima como si fueses una superestrella de televisión, aquella que nunca fuiste y que en realidad nunca serás; y te repiten las mismas preguntas una y otra vez hasta que deseas esconderte en un agujerito hasta que la histeria pase y puedas volver a ese ritmo de vida tan normal, a volver a ser la Nana de siempre en la Badalona de siempre, donde no hay cruces centelleantes, pero sí hay palmeras que ondean al ritmo de las olas, y un sol que nunca parece querer apagarse.