martes, 2 de febrero de 2010

Máxima (2)

Caminando al trote por la vida, escuchando a toda velocidad unas voces que me siempre empezaban con un "¡Con lo joven que eres...!"; ahora, a su tiempo, aprendo de la vida:

No es la cuestión que lo que deseemos se vuelva realidad o no finalmente.
Lo importante es que suceda en el momento y lugar idóneos para que ocurra.


Porque te das cuenta de que un premio en la situación inadecuada puede resultar tan improductivo como un puñado más de nieve en el Antártico o uno de arena en el desierto.