jueves, 17 de diciembre de 2009

Desagradecidos

Hoy me he topado con algo que me ha hecho poner esa sonrisa que mis amigos definen como la de "las ganas de matar". Va siempre seguida de una pequeña carcajada fingida y un resoplidito de autocontrol. No la pongo a menudo, sólo cuando llego a casa y veo que mis compañeros de piso no han fregado los platos de la cena (de hace dos días), cuando el autobús de cada mañana se marcha aún consciente de que corro detrás de él, cuando miro mi algo desértica agenda y descubro a las once de la noche que tenía un texto que leer para el día siguiente y para el cual la definición "extenso" se quedaría en eufemismo... etcétera etcétera.

Me han enviado una invitación en una de esas redes sociales tan populares últimamente. "Invitación" suena bien, pero era de algo que, al primer golpe, me ha parecido una broma.



"Día internacional de saltarse las clases"


Ale, y se quedan tan anchos. Por lo visto pretenden que el día veinticinco de febrero, todo alumno de todo rincón del planeta no vaya a clase por el simple y exclusivo motivo de que no le da la gana. Nada más.

No me quedan abuelos vivos, por desgracia, pero sí quedan vivas en mi mente sus palabras. Uno de ellos, me dijo una y otra vez que jamás desaprovechase la oportunidad de estudiar, que poder ir a la escuela, al bachillerato, a la universidad e incluso más allá fue algo inconcebible para él. Y no hablo sólo del pasado, hablo de que incluso hoy en día hay decenas de países donde los jóvenes y no tan jóvenes no pueden abrir un libro... porque ni siquiera los tienen.

Ni libros, ni aulas, ni pupitres, ni profesores, ni lápices, ni libretas a cuadros, ni cinta correctora en carcasa de colorines, ni sacapuntas con doble agujero, ni estuches pintados ni rotulador permanente con el que pintarlos, ni mochilas renovadas cada año ya sea con ruedines, clásicas o bandoleras, ni batas para no ponerse perdido ni témpera o acuarela con las que mancharlas, ni agenda donde apuntarse los deberes, ni folios para que el profesor les entregue esos deberes, ni pegamento en barra, ni tijeras, ni corcho, ni lápices de colores, ni "plastidécors", ni gomas de borrar ni carpetas ni forro autoadhesivo.

Ya no hablemos del autobús escolar, ni del ordenador de marras. Incluso hay gente que no tiene ni unos padres para que les chillen: ¡Haz el favor de levantarte e ir a clase!

¿Qué conclusión saco? Que somos unos desagradecidos. Podemos ir a clase sin mover un dedo, hasta secundaria ni siquiera hacemos el esfuerzo de aprender algo y miramos por la ventana mientras nos explican la lección, creyendo que ya lo sabemos todo. Cuando llegamos a la universidad, faltamos a clase deliberadamente, gruñimos con la mejilla sobre la mesa de la cafetería de la facultad que no nos interesa lo que estudiamos mientras se enfría nuestro café, eso sí, "universitario". Cuando vamos por la calle lucimos la carpeta con el logo de nuestra universidad con orgullo, como un "mírame, sé más que tú", al desconocido posiblemente doctorado que nos pasa por delante. De eso nos sirve.

Conozco a gente que emplea todo lo que gana en pagarse los estudios, que celebra cada beca o ayuda que pueda percibir para seguir adelante. Gente que cree en lo que hace, que ama lo que estudia y que lucha por ello. Ojalá en el mundo, antes de dejarte entrar en una universidad, evaluasen hasta qué punto vas a dar lo mejor de ti por esa carrera.

En mi clase actual empezamos más de ochenta personas. Yo, los días normales, no veo a más de cincuenta rondar por las aulas. Eso sí, el veinticinco de febrero todos a hacer novillos, que somos más chulos que nadie y seguro que el mundo entero admirará y aplaudirá nuestra iniciativa.



11 comentarios:

Kamugo dijo...

Siempre he pensado que en las personas que reciben becas para luego desaprovecharlas, deberían devolverlas íntegramente. También hablo de la subvención del estado para la matricula de la universidad pública o bachillerato. En la primera no hay tanto "intrusismo", pero he visto gente en primero de bachillerato ir una semana a clase y no volver a verle el pelo.

Yo intento ir a todas las clases, para algo estoy estudiando, aunque muy de vez en cuando la cafetería sí que recibe mi visita.

Anónimo dijo...

Ole sus coj...

Sí que mosquea, y much. En mi facultad a las 8 y media de la mañana se ven menos de 30 personas en clase (y eso que somos como unos 60 o por ahí), y ya en algunas asignaturas mejor ni contarte la poca gente que va porque la noche anterior hubo juerga o porque no les gusta levantarse a la misma hora que todos.

Y totalmente de acuerdo con Kamugo: si recibes una beca es para estudiar y para pagarte los gastos necesarios de los estudios. Si te la gastas en una PS3 y encima suspendes el curso, como no tiene nada que ver con estudiar, devuelve la beca íntegra y santas pascuas. A lo mejor así habría menos picaresca y más gente en las clases a su hora.

Un saludo y cuídate.

Ilwën dijo...

Totalmente deacuerdo. Era algo que ya me indignaba el año pasado cuando me vi obligada a perderme mes y medio de clase por los piquetes anti-bolonya (hay quien ni bolonya ni sin ella, no puede estudiar, asi que si tu si que puedes, estudia sea el plan que sea).

Como dijo una profesora que me caia mal pero que a veces decia cosas interesantes, lo de pasar la universidad solo "al alcanze de las elites" a "universidad al alcanze de todos" fue un error, año tras año el estado invierte dinero en pagar 5.000 euros de matriculas de gente que no pondra el culo en la silla a estudiar más de dos veces en su carrera, ese dinero podria usarse mejor en personas que SÍ quisieran estudiar. El dinero no tendria que ser un impedimento para aquel que quiere estudiar, pero tampoco deberia ser el unico requisito para estudiar,pero claro ¿como se miden las ganas?

P.D.: Yo me quede sin plaza en tu carrera, cuando estaria disfrutando y aprovechandola, y ya me dio rabia pensar que la mitad de los que habian conseguido plaza cuando vieran lo que era, no irian.
(aún asi admito que alguna vez me he saltado alguna clase >_<)

Jordi Serrano Muñoz dijo...

Hum...

¿Desagradecidos? Lo siento, Marta, pero la autocrítica no siempre consiste en flagelarse la espalda cuando descubrimos uno de los innumerables agujeros que suele lucir la cultura occidental como "progresistas", sino percibirlos, lamentarse de ello y tratar de mejorar para el futuro, pero no con el sentimiento de castigo o remuneración, sino más bien con intención de equilibrio de balanza.

Personalmente me siento muy agradecido de poder disfrutar de mis estudios, disponer de un sistema capaz de proporcionármelos y la facilidad con la que actualmente soy capaz de recopilar información, asimilarla y sacar todo el provecho que pueda. Por lo tanto, creo que, aunque el trato ha sido el correcto (y la redacción muy pulcra), el enfoque se ha desviado hacia blancos que, o pecan de indefinidos, o simplemente son simples gritos al viento.

Y digo esto coincidiendo con tu crítica, al menos en lo esencial. Me gustaría que, ya que me he animado a comentarte por pura casualidad (me encanta divagar entre texto y texto hasta encontrar uno jugoso), proponerte una reflexión que no ataque a los estudiantes, sino a la planificación del sistema de exigencias.

En una entrevista hace un par de años, Saramago, sabio como él solo, constató la gran verdad: persiguiendo la culturización, hemos ido demasiado rápido y nuestro salto ha querido ser tan grande que tropezamos estrepitosamente.

Y así es, en el mismo momento en que el "saber" (teniendo en cuenta que hablamos de lo que la sociedad califica de "saber", que normalmente se encuentra en el estrado post-universitario) ya no es una meta, sino un "derecho" (como puede ser la libertad, que te viene regaladita nada más nacer, mírala qué mona), el común de los mortales pierde todo interés en pelear por ello, porque sabe que el Estado tiene el deber de proporcionárselo, al precio que sea. Y éste, en un afán por copar esas expectativas, se limita a rebajar el nivel de exigencia, cada vez más, para engrosar las filas de "sapiencines" con una carrera, dando lugar al asesinato voluntario y premeditado de la profesionalidad.

¿Solución? No está en fustigar a los estudiantes, porque al fin y al cabo son los que están más cogidos de pies y manos, sino reclamar mayor nivel, menos facilidades para los indispuestos y amoldarnos a la meritocracia.

¿Que así habrá quien no pueda llegar? No todo está al alcance de quien quiera. Cada cual debe ser consciente de sus limitaciones, y tratar de ser siempre el mejor en su propio campo.

Referente al día de "novillos universales"... en fin, al final tendré que predicar el sofisma universal con el que un buen día nos iluminó mi profesora de filosofía, "Cuando el idiota es alabado y el inteligente repudiado, algo huele a podrido en el sistema de valores".

PD: Pedazo ladrillo. Espero que me disculpes.

Unknown dijo...

Lo que me da pena es que haya gente ocupando lugares que no sabe aprovechar, porque los estudios no son para todos, y que esos lugares no lleguen a quienes si los aprovecharían por diversas razones, una de las mas predecibles, la pobreza...

Sidel dijo...

Mi abuelo siempre me decia con pena que al le gustaba el colegio, pero con 9 años lo tuvo que dejar, pero aún se acordaba del mapa de España y de los ríos. Hasta sus 91 años nunca dejo de leer y escribir, lo hacía muy despacito y con muchas faltas, pero el hombre siempre ponía su empeño. Lo del día de las pellas es una jilipollez, sin alguien quiere sumarse que lo haga...Pero es una chorrada. Es mi opinión. Yo no iba a todas las clases, porque hay muchas formas de dar las clases y leer un libro no me parece apropiado sino una pérdida de tiempo. Pero estaba deseando asistir a otras. Siendo del turno de tarde, tenía una optativa a las 9 y fui a casi todos los días...Creo que debemos ser consecuentes más consecuentes con la educación. Saludos

LerKreL dijo...

Viendo como esta el mundo hoy en dia ya nada me sorprende xDD

Es algo que no entiendo, la gente que se pega 8 años para sacarse una carrera porque basicamente se dedica a ver pasar la vida ya que no estudia algo que le gusta...

Aylos dijo...

Aún recuerdo mis primeros años de la ESO, años en donde realmente comienzas a comprender el posible valor que tiene la educación en tu futuro. Puede que por esas épocas yo disfrutara mas bien poco de tener opción a aprender, aun así suelo ser bastante aplicado y si tengo que aprobar un examen estudiando, estudio y lo apruebo.

Lo interesante de todo eso, es que una de las cosas que mas recuerdo es que siempre nos OBLIGABAN a leer X libro para fomentar la lectura. Evidentemente, al cabo de unas semanas nos encontrábamos con un examen del libro y quien no lo había leído suspendía (probablemente). Si analizas esta manera de "promover" los estudios, la cultura, la lectura... te das cuenta de que en realidad les importa poco lo que nosotros aprendamos.

Porque si yo, ahora mismo, quisiera enseñar a todo el mundo el valor de la lectura, no les obligaría a leer libros que han sido aceptados por una panda de carcamales, si no que les obligaría a que leyeran un libro que realmente les gustase, es decir, no se debe obligar a leer, se debe enseñar a apreciar el valor de la lectura... y compañeros, obligando a leer bajo pena de suspenso no me parece una buena manera de promover la lectura (los resultados están a la vista, los jóvenes, en su mayoría, no leen libros).

En fin, ambas partes tienen culpa, el sistema por sus métodos y los estudiantes por dejarse dominar por el sistema...

Yo por mi parte he aprendido que no me gusta estudiar, que no significa que no me guste aprender. Pero sinceramente, eso de pasarme X horas en un aula llena de gente para luego empollar toneladas de apuntes para luego vomitar las respuestas en un examen tipo-test no me parece algo muy... estimulante. Prefiero aprender por mi solo... y de hecho practico la autodidaxia en todos los campos que puedo (hasta la fecha: Guitarra, piano, guión, dirección, filosofía, psicología, informática...) y por suerte o desgracia, no necesito que un sistema educativo intente enseñarme, porque si yo quiero aprender algo, lo aprendo.

En definitiva, estamos en el mismo problema, obligamos a que aprendan, cuando deberíamos hacerles aprender a valorar el conocimiento...

Anónimo dijo...

Nesecito para mañana gion de sine xra ganar Hoskar me hurje grasias denada

Kamugo dijo...

Comentario del año el de arriba.
Aix! Como dice un personaje televisivo: "estás en el mundo porque tiene que haber de tó, chico".

Artema Books dijo...

En ese sentido, es la misma falta de respeto quedarse dormido o no ir a clase por motivo X, ya que a efectos prácticos, se deja de ir a clase "porque se quiere", ¿no? Es un día a fin de cuentas. ¿Falta de respeto? Sí.

No seáis tiquismiquis. El que esté libre de pecado, ya sabe lo que tiene que tirar.