De alguna forma, siempre que voy a ese lugar me da la sensación de que todo el mundo a mi alrededor es más serio y responsable que yo. Los veo ahí, estudiando calladitos, como si no tuviesen la más mínima gana de estar haciendo otra cosa. A mí me pasa que nada más sentarme a estudiar comienzo a pensar en cómo de brillante será el sol afuera, en lo mucho que podría estar aprovechando el tiempo en cualquier otro lugar. Como bien dijo Oscar Wilde:
Vivimos en una época que lee demasiado para ser sabia y que piensa demasiado para ser hermosa.
Me senté en uno de los pocos huecos libres del lugar. Era una mesa grande, repleta de gente a su alrededor. Abrí la tapa de mi ordenador, viejo compañero... y me dispuse a revisar documentos y más documentos. Al poco rato comencé a querer ponerme más cómoda.
"¿Si me quito los zapatos... se darán cuenta? ¿Me mirarán mal?"
Inspeccioné esos concentrados rostros estudiosos.
"Seguro que se piensan que he venido de campo y playa, o algo así... bueno, espero que no me vean".
De las casi diez personas que rodeaban la mesa, ninguna parecía alzar la mirada del libro. ¡Qué admirable capacidad de concentración!
Disimuladamente, sin hacer ruido, tiré de mis chanclas, ayudándome con mis propios pies, y me despojé de mis zapatos.
"El mal ya está hecho".
Sintiéndome más cómoda me puse a estudiar, aunque de vez en cuando, cuando alguien pasaba por mi lado, procuraba esconder un poco los pies para que nadie viese la algo embarazosa imagen de debajo de la mesa. Sin duda esa gente tan seria, tan estudiosa, tan aplicada... nunca haría algo tan vulgar como quitarse los zapatos enmedio de la biblioteca. Parecía gente mucho más madura que yo, más... no sé, más de todo.
El sol fue cambiando de posición, tiñendo las alas de las gaviotas de naranja claro. Mi fatiga comenzó a mermar mi ya de por sí escasa determinación, por lo que decidí irme a casa. Alargué el pie para alcanzar mi chancla.
Y no la encontré.
Comencé a palpar el suelo, buscando alguna de las dos. Nada.
Resignada, no me quedó más remedio que retirar la silla, agacharme... y buscarlas yo misma. Al retirar la silla y ponerme en pie, noté que todos los presentes de la mesa se sobresaltaron un poco. ¿Había hecho mucho ruido? ¿Les había asustado?
Sin decir nada, me agaché en busca de mi desaparecido calzado. Al mirar debajo de esa mesa de aplicados estudiantes, de rostros serios y concentrados... dibujé una sonrisa.
Nadie, absolutamente nadie en esa mesa... llevaba los zapatos puestos.
"¿Si me quito los zapatos... se darán cuenta? ¿Me mirarán mal?"
Inspeccioné esos concentrados rostros estudiosos.
"Seguro que se piensan que he venido de campo y playa, o algo así... bueno, espero que no me vean".
De las casi diez personas que rodeaban la mesa, ninguna parecía alzar la mirada del libro. ¡Qué admirable capacidad de concentración!
Disimuladamente, sin hacer ruido, tiré de mis chanclas, ayudándome con mis propios pies, y me despojé de mis zapatos.
"El mal ya está hecho".
Sintiéndome más cómoda me puse a estudiar, aunque de vez en cuando, cuando alguien pasaba por mi lado, procuraba esconder un poco los pies para que nadie viese la algo embarazosa imagen de debajo de la mesa. Sin duda esa gente tan seria, tan estudiosa, tan aplicada... nunca haría algo tan vulgar como quitarse los zapatos enmedio de la biblioteca. Parecía gente mucho más madura que yo, más... no sé, más de todo.
El sol fue cambiando de posición, tiñendo las alas de las gaviotas de naranja claro. Mi fatiga comenzó a mermar mi ya de por sí escasa determinación, por lo que decidí irme a casa. Alargué el pie para alcanzar mi chancla.
Y no la encontré.
Comencé a palpar el suelo, buscando alguna de las dos. Nada.
Resignada, no me quedó más remedio que retirar la silla, agacharme... y buscarlas yo misma. Al retirar la silla y ponerme en pie, noté que todos los presentes de la mesa se sobresaltaron un poco. ¿Había hecho mucho ruido? ¿Les había asustado?
Sin decir nada, me agaché en busca de mi desaparecido calzado. Al mirar debajo de esa mesa de aplicados estudiantes, de rostros serios y concentrados... dibujé una sonrisa.
Nadie, absolutamente nadie en esa mesa... llevaba los zapatos puestos.
15 comentarios:
Tú siempre tienes algo que contar XDD Yo dejaría de preocuparme de ser políticamente correcto, porque luego pasa lo que pasa, jajajaja.
Es la revolución de los zapatos!!
Viva ir descalzo!!
Eso me pasaba a mi los primeros dias de curso, que cuando estoy muy agobiado me suelo descalzar en clase. Pero solo lo hacia en las clases de Ingles... y lo malo es que todo el mundo me veia descalzo y se reian!!!
Pero... y lo comodo que me encontraba yo en ese momento?
Prefiero la comodidad al, ¿Que pensarán?
o no?xDD
yo siempre me descalzo!! XD inocente XD
Es evidente que fueron los duendecillos. A mí me robaron unas bambas y luego, los muy malvados, las colgaron en un cable al lado de una pista de skate atadas por los cordones.
De ahí que haya tantas bambas colgando, de los pobres e inocentes (y descalzos) estudiantes universitarios.
¡^o^ por suerte ese día llevaba mis calcetines favoritos!
Jajajajaja que cosas tan curiosas que te suelen pasar (o quizá que yo no me fijo en mis propias vivencias, a saber)
Pues no sé si te refieres a la biblioteca que yo pienso, la de la Pompeu que da a la calle Wellintong, la verdad es que impone bastante, siempre que con el Tram la veía pensaba: madre mia pedazo de biblioteca. Pues a mis amigos se les ocurre ir muy a menudo así que en más de una ocasión me he dejado caer por allí... la verdad es que me perdí, y como tu dices, la gente se concentra mucho en lo suyo, así que cada uno a su rollo y todos felices. Sí, será cosa de la primavera o que en esa biblioteca al rato hace calorcillo.
En fin, que como todos, debes estar liada con los exámenes (yo estoy de sele)
Ale, muchos besos!
Alba
No son los duendes, lo hacen las bandas para marcar sus barrios XD
Jajaja, yo he pasado muchas horas en la biblioteca, por que quizás cuando veo tanta gente estudiando me animo más, jaja por que la verdad es que en casa siempre hay mejores cosas que hacer, aún me acuerdo cuando hacía que estudiaba pero en realidad leia libros...Prefería ir a la biblioteca para que esos serios me obligaran a estudiar jajaja. Al final me acostumbre al ritual...saludos
Winona Ryder paso por allí y no pudo evitarlo.
Para el anónimo después de mi anónimo (ehem, ehem --> me aclaro la garganta):
¡Por supuesto que son duendes! >__< ¡Los duendecillos viven en los zapatos! Y como hay crisis de la construcción y los humanos se compran zapatos en los chinos, luego los duendecillos, cuando los roban, lo pasan mal porque a veces se les desprende un tacón y se queda la casa sin cimientos, o bien se rompen las tiras de una sandalia (ideales como apartamentos veraniegos) y no pueden colgar sus hamacas...
Si yo fuera duende, lo que daría por pillar unos buenos Geox. La casa si te viene sin olores, no puede inundarse porque no deja pasar el agua, y además, son bastante económicos...
...aunque ahora que lo pienso...¿tendrán los duendecillos bandas?...
...o lo que es más...¿son los leprechauns una banda? hmmmm
Jajaja parece que la comodidad ayuda a concentrarse ^^ Suerte con el estudio!
Yo tambien recuerdo que la gente de la biblioteca donde estudiaba los examenes teoricos era muy seria y superconcentrada en los libros y era un poco agobiante tanta seriedad. A fin de cuentas esto que vistes de todo el mundo descalzo no es tan raro, sin ir mas lejos los presentadores de televisión en verano van en pantalones cortos debajo de la mesa xD
y tu preocupado por si les molestabas lo unico qpuedes pensar es q ellos tambien habian pensado lo mismo de los demas de la mesa
jjajajaja
por supuesto si la comodidad va ante todo, acuerdate que solos claramente hedonistas en nuestro pensar y nuestro actuar, hola nana, ya nos tenias abandonados jeje, como va lo del intercambio?
¿Duendes? Pienso irrefrenablemente en setas...
Alguna vez me molaría ver uno XD
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