La imagen que guardo en mi mente de Tokio está aún vívivida, fresca y palpitante en mi cabeza. Cuando la añoro a más no poder, a menudo cierro los ojos y recorro las calles mentalmente, recordando cada esquina, cada tienda, cada farola de la calle. Es entonces cuando pienso en lo mucho, muchísimo que desearía volver y ver de nuevo a toda esa gente, todos esos lugares que cambiaron mi vida.
Uno en especial, el restaurante donde trabajé. Su ambiente cálido, su luz anaranjada y sus suelos de madera. Mis compañeros con la camisa de color crema, charlando conmigo detrás de la barra. A veces, ya aquí de vuelta, se me hace la boca agua recordando los sabores de todo el planeta que servíamos en ese pequeño rincón de Shibuya.
Y es que es muy malo, señores, tener un lugar amado muy lejos de aquí. Jamás en la vida negaré que el lugar que piso ahora es mi legítimo hogar, pero esa ciudad y sus callejuelas estrechas son y serán siempre mi segunda casa.
Hoy he recibido un mensaje de Ami. Era corto, claro y conciso:
"Han cerrado el restaurante".
Nunca esperé que una noticia así pudiese afectarme tanto. Una parte de mi vida, de mi experiencia... se ha esfumado con el cierre de esa cerradura. Casi dos años deseando regresar a ese pequeño local se vuelven ahora un sueño imposible: Una parte importante de mi vida en Tokio ha cesado de existir. Y nunca más habrá compañeros en camisa de color crema, ni suelos de madera, ni platos deliciosos, ni luces anaranjadas. Para mí, Tokio es un recuerdo, sí, pero un recuerdo que sé que volveré a ver en la realidad. Mi pequeño restaurante, en cambio... ya sólo podrá existir en mi memoria.
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10 comentarios:
Que trist... Bé, suposo que la gent d'alla la podras tornar a veure per aixo.<
Es triste darse cuenta de que aunque nosotros queramos las cosas no permanecen inmutables. Muchas veces cuando nos adentramos en nuestros recuerdos pensamos que tal vez todo siga igual pero los años pasan para todos y muchas cosas cambian. Recuerdo que una vez al año mi padre nos llevaba a su antigua casa en la que vivió cuando era un niño pero hace un par de años cuando llegamos se llevó un gran disgusto pues ya no estaba y habían construido bloques nuevos, de un plumazo habían borrado parte de su infancia. Nuestra vida esta relacionada con muchas cosas materiales, pero al fin y al cabo forman parte de ella. Siento lo de tu restaurante tendras que crear esperencias nuevas! :) Besos.
Lo siento mucho por ti, debe ser muy triste en verdad, pero ese es el ritmo que lleva la vida, y no queda mas que seguir, no volveras a pasar por un sitio 2 veces, por eso es importante disfrutarlo esa primera e irrepetible vez. Lo bueno es que eso que quedo en tu memoria nadie lo llevara a ningun lado.
Que pena, tenia ganas de ir, ya q no pude en su momento....me kedo con ganas de sopa parece...
Sorry Nana.
Dijiste que algunas cosas habían cambiado al volver aquí, pues lo mismo pasa a la inversa. Siempre que si algo nos gusta se quede como está, pero casi nunca es posible.
Aunque algo parezca totalmente inmutable, no lo es. Eso me recuerda a un volcán de EEUU, el Saint Helens. Aunque parezca que los paisajes nunca cambian, lo hacen poco a poco, pero en el Saint Helens todo cambió en un sólo momento, como te ha pasado a ti.
Mírate lo del volcán ;) http://es.wikipedia.org/wiki/Saint_Helens
Es normal que estés triste, ya no está algo que forma parte de tus recuerdos. Y si además son recuerdos tan queridos...
En fin..
Vaya, lo siento, qué rabia.
Pues yo que había pensado ir algún día cuando lograra ir a Japón, vaya...
Un besillo
Este blog no es para tanto.
HOYGAN NO HINTERFIERA EN LA ESCRIBISION DE ESTE BLOG PQ ES MUY CHIDO ME SE LO HECSIJO husted
LA WEA CONCHETUMARE
Ey nana, vuelvo a usar internet despues de mucho : ) y no te he visto por el msn asi que me acorde del blog, llevo un rato leyendo todo hacia atras y bueno, una lastima lo del restaurante. Lo siento
saludos desde tenerife ;) nauzet
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