No hace falta que repita una vez más (pero lo haré de todas formas) cuánto amo a la ciudad que me ha visto crecer, Badalona, y a la grandiosa (que no tan grande), alegre, viva y soleada Barcelona.
En aquél crudo invierno tokiota, soñaba (literalmente) con los cálidos veranos de mi ciudad, y su costa de palmeras ondeando con la brisa. Pero mira qué desgracia, que en cuanto puse los pies en mi tierra una vez más, el calor se esfumó en apenas días, y desde entonces, bastante me ha costado sentir los rayos del sol. Con esto, hago un llamamiento al verano. Y no al verano normal... sino al de mi ciudad. ¡Verano en Barcelona! Ven pronto, que ya te necesito.
¿Pero, qué hice estando en Tokio, cuando no podía volver? Una de las terapias (porque hay que llamarlo así, terapia) que seguía en mis continuados ataques de morriña incontrolable la hallé de la forma (y del origen) más insospechado.
Un compositor japonés... y un guitarrista coreano. ¡Vaya por donde!
Esta canción era la que curaba mi alma cuando sólo podía ver mi ciudad cada vez que que cerraba los párpados.
Y diréis... ¡Si es un niño! Sí, os recomiendo que investiguéis sobre él... Sungha Jung tiene doce años, y es un niño prodigio de la guitarra. Un artista digno de ser tenido en cuenta.
La canción es de Kotaro Oshio, y se titula Twilight (crepúsculo). Me recuerda tan enormemente al calor del sol, al ambiente de mi ciudad, al verano y a la costa... que, simplemente, para mis días de melancolía supuso una auténtica medicina. Juzgad por vosotros mismos, conciudadanos...
Y los que no lo sois, cerrad los ojos, imaginad... y sentid lo que yo con esta canción.Quizás, así, logréis conocer un poquito más sobre la ciudad en la que vivo.
¿Existe para vosotros alguna melodía que os recuerde a un lugar querido?
viernes, 20 de febrero de 2009
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